CENTRO DE ENTRENAMIENTO PERSONAL Y READAPTACIÓN DE LESIONES
La combinación de factores genéticos y ambientales, junto a sus interacciones, juega un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson (EP) 🧬.
Sin embargo, el rol de la genética es limitado y la influencia de los factores ambientales es difícil de precisar debido a su naturaleza cambiante 🌍.
En este contexto, la actividad física y el ejercicio se destacan como elementos de estilo de vida que pueden proteger contra el Parkinson 🏃♂️.
Recientemente, dos revisiones de estudios prospectivos han explorado la relación entre el ejercicio y el riesgo de EP 📝.
La primera revisión, realizada por Belvisi y colegas, analizó seis estudios con hasta 143,325 participantes y un seguimiento de entre 9 y 12 años, mostrando que el ejercicio tiene un efecto protector 🌿.
La segunda, liderada por Fang, incluyó más de 544,000 participantes y demostró que niveles altos de actividad física (sobre todo moderada o vigorosa) reducen notablemente el riesgo de Parkinson, en particular en hombres 📉.
El análisis también reveló que cada aumento de 1h de moderada/alta intensidad de ejercicio semanal reduce el riesgo de EP en un 10% a 17% en hombres, aunque en mujeres no se observó la misma asociación, posiblemente debido a la menor cantidad de participantes femeninas en los estudios 🤔.
Desde estas revisiones, tres estudios adicionales han apoyado la hipótesis de que el ejercicio reduce el riesgo de EP, incluso encontrando una disminución del 76% en hombres con alta capacidad física ⚖️.
En conjunto, los datos sugieren que mantener una vida activa en la mediana edad o más adelante disminuye el riesgo de EP y puede posponer la aparición de la enfermedad 🕰️.
Además, estudios similares proponen que el ejercicio protege contra otras enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple y el Alzheimer 🧠.
Si bien se han investigado algunos medicamentos por su posible efecto protector, aún no hay pruebas concluyentes que demuestren una reducción efectiva del riesgo de EP 💊.
El ejercicio también preserva neuronas dopaminérgicas y alivia síntomas motores y no motores, mejorando la calidad de vida 🩺.
El esquema de la imagen sacado del propio estudio ilustra el progreso de los pacientes que practican ejercicio regularmente (líneas azules), aquellos que comienzan tras el diagnóstico (líneas verdes) y quienes siguen el curso típico de la EP sin ejercicio. La línea punteada negra representa el potencial del ejercicio como prevención primaria, sugiriendo que un estilo de vida activo podría retrasar el diagnóstico de EP 💪🏽
Recuerda, el ejercicio es aliado contra el parkinson 🏋🏽♀️
Invierte en ti, cuida tu salud, confía en profesionales💙