Displasia broncopulmonar y niños

La displasia broncopulmonar (DBP) es una complicación frecuente en los bebés que nacen extremadamente prematuros. Se estima que afecta a casi el 40% de los recién nacidos con menos de 28 semanas de gestación. Esta condición interrumpe el desarrollo normal de los pulmones, y puede dejar secuelas que se prolongan hasta la edad adulta. 😔

Entre sus consecuencias están: peor función pulmonar, disnea al esfuerzo, mayor riesgo de infecciones respiratorias y hospitalizaciones. Muchas de estas características se asemejan a las de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), lo que ha llevado a los expertos a preguntarse: ¿puede el ejercicio físico ayudar también en estos casos? 🤔

Un ensayo clínico aleatorizado realizado en niños de 4 a 6 años con DBP exploró esta posibilidad. Durante 4 semanas, un grupo realizó un programa de ejercicios supervisado, mientras otro grupo no lo hizo. ¿Los resultados? Muy alentadores:

🔹 Mayor tolerancia al ejercicio: los niños que entrenaron mejoraron notablemente en pruebas físicas como la marcha de 6 minutos. 🏃‍♂️
🔹 Aumento en la flexibilidad y movilidad general. 🤸‍♀️
🔹 Mejora en la función pulmonar (FEV1): aunque ligera, fue estadísticamente significativa. 🫁

Además, los autores destacan que la fuerza muscular, en especial en brazos y tronco, podría estar directamente relacionada con una mejor función pulmonar. 💪 Esto coincide con otros estudios en adolescentes, que muestran cómo la fuerza de prensión manual se asocia a mejores resultados espirométricos.

Aunque se necesitan estudios más amplios y prolongados, el mensaje es claro: incluir el ejercicio físico en la rutina de los niños con DBP puede ser una estrategia muy beneficiosa. No solo mejora su estado físico, sino también su salud respiratoria general. ✨

Recomendamos que estos programas sean guiados por profesionales para asegurar que sean seguros y adaptados a cada niño. 👩‍⚕️👨‍⚕️

Invierte en salud desde la infancia, ¡el movimiento también es medicina! 💙🫁💪